Seguramente, al leer el título de esta intervención la mayoría de ustedes habrá pensado que el ponente se ha equivocado de congreso. Y por más que simpaticen con los salvadores de especies en extinción habrán opinado que la campaña que anuncia -un poco sorprendente por cierto, ya que no parece que las violetas estén en peligro- no encaja con los temas de debate de esta reunión. O tal vez si….
La Violeta a la que me refiero no es la especie botánica, la “planta herbácea, vivaz, de la familia de las violáceas, con tallos rastreros que arraigan fácilmente...” sino la sede de una entidad de la Vila de Gràcia en Barcelona. Seguir los avatares de su historia nos servirá para poner de relieve algunos factores de riesgo de los teatros y de los lugares de sociabilidad en el tiempo que nos ha tocado vivir.
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