ATENEOS:
Muchos años antes del despliegue de las llamadas redes sociales, en Cataluña ya se había desplegado y construido una verdadera y pionera red social. Hija a la vez de la utopía y del pragmatismo, la red de los ateneos reforzó vínculos y promovió proyectos colectivos de largo recorrido. Los ateneos, hoy, son a su vez monumentos (obras emblemáticas, depositarios de memoria) y equipamientos (organizadores y dispensadores de funciones y actividades). Pero son mucho más que eso: son aún ágoras cubiertas y espacios cargados de futuro.
La pervivencia y la utilidad continuada de los ateneos en la construcción de la sociedad catalana está en muchos motivos. La fundación del ateneo surgió de una "buena idea" (que responde con exactitud a unas necesidades) que era una "idea buena" (fraternal y orientada al progreso y la justicia). Esta visión y resolución ateneísta está presente y visible en los proyectos de arquitectura y en los edificios de los ateneos.
La construcción de los ateneos, piedra a piedra y ladrillo a ladrillo, por parte de los esforzados ateneistas, permitió disponer de edificios que más allá de los estilos y lenguajes de cada época y de las soluciones y diseños concretos, tienen ciertas características en común. Resistentes sin ser rígidos y funcionales sin ser fríos son el contenedor coherente de una organización que responde al funcionamiento flexible y autónomo de las secciones: las actividades cambiantes en cada etapa, que varían cuando lo hace la sociedad.
ARQUITECTURAS:
La versatilidad en el edificio de una “sección” básica y eficiente, para acoger a una entidad que funciona mediante las “secciones” de actividad, es una de las muchas lecciones que podemos extraer de las arquitecturas de los ateneos. Hay otras reflexiones y observaciones a realizar, y en la presente exposición hemos destacado diez, que explicamos a partir de unos veinticinco casos de entre los muchos (más de doscientos) ejemplos de edificios de ateneos catalanes federados en activo.
Ocho de estos capítulos arquitectónicos tienen en la muestra su propio “tótem” monotemático (prismas de tres caras paneles). El noveno tema es el despliegue de la red ateneísta por el territorio ya lo largo del tiempo. Y el décimo, más genérico, se materializa en un mural-paisaje panorámico: una obra dividida en diez paneles, que revisita las "vedute" italianas ("vistas" bucólicas) y quiere ser un homenaje al vínculo y la presencia de los ateneos en el territorio y en nuestro imaginario colectivo.
Somos conscientes de que los ateneos seleccionados podrían haber sido otros igual de válidos, y los temas tratados, distintos y tanto o más interesantes. En cualquier caso esperamos que los casos y aspectos que la muestra actual destaca permitan fijarnos de nuevo en las arquitecturas tratadas, para ordenar aspectos que nos habían pasado desapercibidos y para tejer relaciones entre casos distantes. Quién sabe si esta exposición incluso servirá para inspirar futuras investigaciones y nuevas muestras y publicaciones, hechas de otra forma. Ojalá.