Tratamiento acústico

Acústica del auditorio

El funcionamiento acústico es un requerimiento fundamental en su diseño y debe estar considerado dentro del pliego de condiciones inicial. Afecta a la calidad del sonido oído por cada miembro del público, y también por los actores en escena. Cuando el sonido no está amplificado, las consideraciones acústicas de un auditorio incluyen:

Tipo de producción, con diferentes características para música o palabra.

Tamaño y forma del auditorio: disposición del púbico en torno al escenario, aforo, número y profundidad de los palcos, pendiente de los asientos, proporciones del volumen del auditorio, existencia o no de foso para orquesta, situación de los equipos de luz y sonido.

Disposición de la escena: escenografía permanente o no, proscenio, etc.
Volumen del auditorio, entre 3,4 y 9m3 por persona para palabra hablada, entre 7 y 8 m3 por persona para ópera.

Tiempo de reverberación, o diferencia de tiempo entre la llegada del sonido directo y el reflejado por las superficies del auditorio. Debe ser más corto para palabra hablada que para música, y evitarse distorsiones en todo caso. En música clásica se admiten tiempos de reverberación entre 1,5 y 2,2 segundos.

Acabados, considerados en cuanto a reflexión, absorción o difusión del sonido en paredes, techos, suelos y asientos.

Calidad del sonido

En edificios con elevadas exigencias acústicas, como los destinados a ópera o música clásica, es necesaria una simulación por ordenador del diseño acústico. Estos edificios pueden incorporar sistemas de ajuste de sus características acústicas., como los siguientes:
Incrementar el volumen con el uso de cámaras en paredes y laterales, mediante la apertura de paneles o puertas.
Ajuste de las características del techo y paredes mediante paneles orientables, con absorción acústica, etc.
Cambio del volumen y aforo mediante adaptaciones físicas como la reducción de la altura del techo o el cierre de una parte de la zona de butacas.
En el caso de sonido amplificado, estas exigencias son menores, aunque en algunos casos sería necesaria una acústica sorda del auditorio para combinaciones de sonido directo sin reflexión y sonido amplificado.

Aislamiento acústico

El auditorio debe ser aislado de las fuentes de ruido exterior, con un ruido de fondo aceptable dentro de la sala de NR20 para música clásica, ópera y danza, y NR25 para teatro y musicales. Si la representación debe ser grabada, este nivel de ruido no debería superar el NR15.
Generalmente esto implica aislar estructuralmente el auditorio de los espacios adyacentes mediante una doble pared, doble cubierta en el caso de sonido aéreo, cimentación anti-vibración si es subterráneo.
También son necesarios cierres acústicos en todas las puertas de entrada al auditorio.

Fuente: APPLETON, Ian . Building for the performing arts.  Oxford [etc.] : Butterworth Architecture, 1996


Para representaciones de ópera y teatro generalmente se requiere una acústica satisfactoria sin amplificación. Sin embargo, los conciertos de pop y rock optan por una amplificación que equilibre los diferentes instrumentos y voces, e incluso la manipulación electrónica del sonido. En ocasiones se utiliza música pregrabada para representaciones de danza, emitida a través del sistema de altavoces del auditorio.

Todo teatro debe protegerse del ruido exterior, de manera que el ruido de fondo no exceda los siguientes niveles:



Niveles inferiores son siempre deseables, pero muy difíciles de conseguir. Toda conexión entre los salones de descanso y la sala deben recibir tratamiento acústico en forma de vestíbulo con puertas provistas de cierre acústico en cada extremo.

Las superficies curvas deben tener sus focos lejos del público, para una fuente de sonido situada en la escena. Los posibles puntos focales deben encontrarse en el aire o fuera de la sala. En caso de problemas con los puntos focales, la superficie debe ser altamente absorbente acústicamente.
La pendiente de la platea tiene gran importancia sonora, ya que el sonido, según su ángulo de incidencia en el público, se atenúa enormemente por sus propiedades absorbentes. Para reforzar el sonido se aprovechan las reflexiones desde el techo, lo que permite pendientes más bajas del patio de butacas. Siempre debe respetarse una visión libre por encima de cada fila de al menos 75 mm, y 100 mm en teatros grandes. Si los asientos están dispuestos de manera circular, existe el peligro de focalización del sonido, por lo que tanto butacas como superficies de la sala deben ser tratadas con materiales altamente absorbentes acústicamente.

Cuanto menor sea la distancia entre el público y la escena, mejor será el funcionamiento acústico en caso de representaciones teatrales. Teatros con aforos de 200 o 300 personas no presentan dificultades acústicas, pero estas aparecen en tamaños mayores del auditorio. La amplificación del sonido será necesaria probablemente a partir de 1200 espectadores.

Los teatros con disposición circular del público sitúan a éste más cerca de la escena, pero el hecho de que la voz sea direccional produce el efecto de que el público detrás del actor está hasta tres veces más lejos de él que el situado delante, ya que el sonido será al menos 10 dB menor. En el caso de proscenio, cuanto mayor sea la escena más difícil será proyectar el sonido a través del proscenio hacia el auditorio.

Los auditorios con grandes superficies lisas, especialmente si se aproximan a una esfera, cubo o cualquier otro polígono sólido, presentarán mayores dificultades acústicas y estarán más influenciadas por la disposición de los asientos. Para favorecer la difusión acústica se pueden realizar relieves en las superficies de 100 mm al menos, que funcionarán mejor cuanto más aleatorio sea su patrón.
Deben evitarse los palcos con profundidad superior a dos veces la distancia desde la altura de la cabeza del público al piso del palco superior, en la fila delantera, medida dicha profundidad hasta la última fila de asientos.

Tiempo de reverberación

La reverberación controlada mejora las condiciones acústicas. Para auditorios destinados a palabra hablada con volúmenes entre 300 y 12 000 m3, los tiempos medios de reverberación deben encontrarse entre 0,7 y 1,2 segundos. Para música, los valores son mayores y oscilan entre 1 y 2 segundos, aunque deben ser mayores para música coral.
La reverberación es directamente proporcional al volumen del auditorio e inversamente proporcional a la cantidad de absorción que haya en él. Para salas hasta 300 espectadores, un volumen de 3 a 5 m3 por asiento suele proporcional un nivel de reverberación adecuado para la palabra hablada, con el uso de materiales habituales como la madera o el revoco. Se considera 0,6 m2 la superficie de suelo ocupada por una persona, más unos 3 m3 de circulación por persona, lo que resulta en una altura de unos 5 m. En auditorios con mayores aforos esta altura es insuficiente, por lo que habrá de recurrirse a materiales absorbentes acústicos.

En auditorios para uso musical el volumen por asiento será de unos 8 m3 para conseguir tiempos de reverberación suficientes.. Cuanto más cerca esté el público de la escena y entre sí más se podrá reducir el volumen por asiento, aunque esto va en contra del confort de cada espectador.
Cuando el auditorio es grande y la máxima distancia a un asiento supera los 18 m son necesarios los reflectores situados en el techo, orientados a los asientos más lejanos. El material de los reflectores debe ser suave y sin poros, con un peso entre 5 kg/m2, para palabra hablada, y 40 kg/m2 para música.

Regulación de la acústica

Puede ajustarse la acústica de la sala principalmente mediante métodos físicos o electrónicos, para adecuarla a los distintos tipos de representaciones.

Los métodos físicos implican movimientos de techos y paredes o la modificación de la absorción de la sala mediante paneles. Otro sistema es habilitar cortinas que generan una superficie más absorbente cuando están extendidas, apta para el teatro, y más dura, para música, si están recogidas. Estos ajustes pueden afectar al tiempo de reverberación hasta en un 40%, mientras que el 60% restante depende del público y los asientos.
Los sistemas electrónicos se basan en el uso de micrófonos y altavoces que emiten en múltiples canales sonoros.


Fuente: HAM, Roderick. Theaters.  Planning guidance for design and adaptation.  London [etc.] : Butterworth Architecture, 1987

Separaciones acústicas

En el diseño del edificio se han de considerar las siguientes consideraciones entre espacios:
Si existe más de un auditorio, deben estar separados entre ellos tanto en planta como en sección, sin compartir paredes.

Las salas de ensayo y talleres deben estar separados entre ellos y de la escena.
El auditorio y escena deben contar con vestíbulos acústicos en sus puntos de entrada.
Las salas de instalaciones deben estar situadas lejos de las zonas de representación, para evitar la transmisión de ruidos y vibraciones.

Forma y volumen del auditorio

Factores que influyen en la correcta audición de la representación por parte del espectador:
Proximidad al escenario: cuanto más cercano esté el espectador, escuchará una mayor parte de sonido directo, mientras que en posiciones lejanas recibirá una combinación de sonido directo y reflejado espaciado en el tiempo. El volumen de la sala tiene una relación directa con su tiempo de reverberación y es necesario determinar el volumen correcto para cada tipo de representación.

Para la palabra hablada, es suficiente con un volumen de 5 m3 por persona. Los tiempos de reverberación serán próximos a 1 segundo para frecuencias medias. En teatros debe sentarse al público lo más cercano posible a la escena, en torno a ella tanto en el patio de butacas como en palcos. Las buenas visuales favorecen la buena acústica. A partir de un aforo de 1000 espectadores será necesario utilizar amplificación de sonido.
Para músico, el tiempo de reverberación asciende a 2 segundos, mayor en los bajos, lo que implica como mínimo un volumen de 10 m3 por persona. Es habitual el formato en doble cubo, que permiten una audiencia de hasta 1800 personas con la mejora de acústica proporcionada por las reflexiones de paredes y reflectores en techos.

Los espacios multiuso tienden a ser espacios pequeños, para unos 200 espectadores y sistemas de modificación de la acústica como cortinas.
En general, además de la asesoría de un experto, se realiza una simulación acústica mediante modelos físicos a escala 1/20 o mediante ordenador para obtener un estudio más detallado del funcionamiento del edificio.

Variaciones en la acústica

Para variar la acústica de una sala debe actuarse sobre el volumen o la cantidad de absorción, mediante las siguientes medidas:
- Cámaras de reverberación.
- Paneles acústicos y cortinas.
- Techos móviles.

Arquitectura electrónica

Para conseguir espacios con una acústica adecuada a cada tipo de representación, en muchas ocasiones es necesario a la amplificación acústica. Estos sistemas permiten aumentar la versatilidad de un espacio.

Los sistemas de Arquitectura Electrónica permiten alterar el tiempo de reverberación y la secuencia de reflexión de un espacio para simular diferentes geometrías y entornos acústicos. Cada sistema consiste en un conjunto de micrófonos de alta calidad conectados a un procesador, que distribuye el sonido a los altavoces situados en el techo. Este sistema puede complementar la acústica natural del teatro y no ser percibido por el público durante su uso.

Fuente: STRONG, Judith.  Theatre buildings. A design guide.  Oxon : Routledge, 2010.


Acústica y aislamiento acústico

1. Las salas destinadas a espectáculos, conciertos y conferencias deben estar realizadas de manera que garanticen el cumplimiento de los siguientes requerimientos acústicos:
a) Suficiente densidad de la energía sonora en cada punto del ambiente para garantizar una buena audibilidad.
b) Un tiempo de reverberación adecuado en relación al destino y volumen de la sala.
c)Ausencia de fenómenos de eco, distorsión y suficiente aislamiento acústico para impedir la propagación de ruido desde el exterior a la sala y a la inversa.

2. Los materiales utilizados con el fin de garantizar unas buenas condiciones acústicas, deben ser incombustibles.

Fuente: Circolare Ministero dell’Interno 15/2/1951 n. 16:  Norme di sicurezza per la costruzione, l’esercizio e la vigilanza dei teatri, cinematografi ed altri locali di pubblico spettacolo.